sábado, 9 de febrero de 2008
!QUE VIVAN LAS CADENAS! SEGUNDA PARTE.
 Lo que se acaba de mencionar es sólo la punta del iceberg, lo más visible. Hay cosas ocultas y valores intangibles que mueven nuestras vidas como un buen marionetista y que no se reflejan en ninguna estadística pero están ahí y la gente ni se imagina lo que les afecta. Con su ofuscado concepto de calidad de vida, basado en el materialismo y la ostentación, permaneciendo fieles a esta moderna religión, lo que hacen es seguir gustosamente el juego al amo de las marionetas, sintiéndose libres y felices con sus hilos y con quienes los manejan. El precio de los pisos no va a bajar a su valor de construcción y beneficio reales (unos 100.000€ de 2006 para 75m cuadrados, trastero y garaje, como ha demostrado “El Pocero” y no solo él) por la sencilla razón de que los que tienen la sartén por el mango, bancos e inmobiliarias no lo van a permitir. Aquellos porque si el precio de los pisos se derrumbase y volviese a su valor real las hipotecas firmadas no tendrían garantía ninguna a la ejecución, sobre el piso que es lo normal, pues al ser un bien devaluado muchos hipotecados verían que es más práctico comprar un piso a un precio razonable firmando una nueva hipoteca y abandonar por impago la de la vivienda anterior ya que los intereses que se pagan en un préstamo a 40 años son escalofriantes. Esto llevaría a la quiebra a bancos que habrían prestado más dinero del que pueden recuperar por la apropiación del piso, amén de que como entidades de lucro por ontonomasia que son su valor, crédito y operatividad dependen de sus inversiones, préstamos y garantías así como de su crecimiento anual, crecimiento que sólo pueden aportar nuevos préstamos a nuevos o viejos clientes, la Bolsa hace mucho que no ofrece la rentabilidad del 12 % o 14% anual como lo hace la vivienda en España. Esto implica una fuga hacia adelante en la que pese a la deceleración en la construcción la banca comprará edificios enteros, que luego alquilará piso a piso o pondrá en el mercado cuando los tiempos sean propicios. Así aunque la demanda se ralentice y se ajuste la oferta lentamente la banca actuará para mantener altos los precios, es lo mismo que se hace cuando hay una sobreproducción de cereal, el excedente se compra y almacena para que no se derrumbe el precio..... Los otros, los constructores, han visto cómo su producto, las viviendas, incrementaba su valor en un 100% cada 5 años, mientras que los costes de producción lo hacían al ritmo del I.P.C., alrededor de un 15-20% para el mismo periodo, es más, con la entrada de mano de obra barata debido a la inmigración, uno de los costes fundamentales en la construcción caía en la misma medida que el I.P.C. aumentaba, otra de las maravillas del libre mercado, para los empresarios, claro.... SIGUE LEYENDO DORIAN Etiquetas: hipoteca libertad cadenas esclavitud opresión feudalismo damocles |
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Querido Rachas:
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Un saludo desde Madrid.