¿Recuerdan cómo era el mundo hace 20 veranos.....?.
Yo sí.
No había teléfonos móviles salvo los que salian en los coches de la serie Miami Vice. Internet era algo de lo que casi nadie había oido hablar y los ordenadores se utilizaban para jugar e imprimir documentos en las empresas. Todavía existian dos cadenas de televisión: la 1 y la 2, del Estado, y las emisiones terminaban a eso de las 12 o la 1 de la noche con el remate del himno, la banderita y el Rey.
Tener coche o moto era un lujo deslumbrante para los pocos jóvenes afortunados y los viajes al extranjero, en vacacones o no, eran una extravagancia de sibaritas. En los barrios nada selectos de la capital (es decir todos menos un par) lo normal era repetir ropa día tras día, a veces, incluso una semana se seguía con las mismas vestiduras (aunque la ropa interior sí se cambiaba, gracias a Dios). La música se escuchaba en unos enormes walkman en los que se introducía la cinta de casette y algunos incluso llevaban radio incorporada.
Sólo había una época buena para las bicicletas: el verano. El aire acondicionado era tecnología extraterrestre de la que sólo disponía algún comercio o local de lujo.
Un extranjero de Africa, Sudamérica o alguna parte de Europa era algo así como un animal de zoo. Algo digno de hacer el esfuerzo para ir a verlo y comprobar que existían realmente, no eran animales mitológicos.....
Las chicas se comportaban como zorras pero no se colgaban medallas por ello y nosotros nos emborrachábamos con Mahou o el Águila, comprando suficientes "litronas", a veces, regalaban camisetas comprando 9 o 12 para que "lucieses bandera" de quién eras. El "calimocho" hacía variada la dieta y Ducados era el único tabaco que nos podíamos costear a 25 pesetas el paquete.
El sexo era tema de leyendas y mitos iniciáticos. La pornografía tesoros que pasaban por las manos de los grupos de amigos mirando y usando, cual mira y usa un objeto salido de otro mundo: con asombro y placer.
El Muro de Berlín aún no había caido pero le faltaba poco, la Guerra Fría continuaba y Europa era un "Mercado Común" de productos varios en el que nos habían dejado entrar para colocar los nuestros y mendigar un poco hacía sólo 3 años.
Felipe González era una especie de icono revolucionario para unos y la demoniaca comprobación de la existencia de la corruptela y la decadencia nacional para otros. La Exposición Mundial de Sevilla, el Tren de Alta Velocidad (AVE) y las Olimpiadas del 92 en Barcelona, ya estaban planeadas y en marcha para demostrar que Europa no terminaba en los Pirineos (cuánta inocencia).
Los discos de vinilo se vendían con profusión junto con algo que era el último grito y empezaba a tomar fuerza e impulso: el Compact Disc. Donde los últimos coletazos de una década maravillosa de la música, los 80, era grabada para luego venderse en casettes piratas en el mercadillo del Rastro de Madrid, junto con juegos de ordenador, igualmente en casette pirata: Spectrum ZX, Commodore 64 y Amstrad.
Madrid en Agosto quedaba tan tranquila y vacía como un balneario de lujo en temporada baja.
Los fines de semana y en las noches no trabajaba nadie salvo la policía, los bomberos y los hospitales.
Los yonkis que no estaban en prisión agonizaban y poco les quedaba para morir...., la delincuencia empezaba a estar bajo control.
En la Economía se preparaba ya una buena crisis para los primeros años 90 y las cosas costaban pesetas, no Euros. 20 duros (100 pesetas) o 100 (500 pesetas) de "chocolate", 5 Talegos (5.000 pesetas, es decir 30€)..... cantidades más grandes pertenecían al reino de la fantasía.
Ir a la piscina pública era como ir de picnic al campo y las instalaciones aledañas del "polideportivo" eran gratuitas.
Los viajes a Valencia, Almería u Oviedo ocupaban todo el día por carreteras nacionales que atravesaban cientos de pueblos....., en rugientes coches que dificilmente pasaban de los 100 Km por hora, que en los puertos de montaña iban a velocidad de carromato y a veces se recalentaban y había que parar o nos dejaban tirados.
Ahora, en el Verano del año 2009, para los que hemos llegado hasta aquí y vivimos nuestra juventud allí, es como recordar las historias de un mundo diferente, en hablar, en efecto, del siglo pasado.
Hace 20 años, si en Julio o Agosto de 1989 me hubiesen dicho cómo serían las cosas en este país que ya nada tiene que ver con el de nuestros padres; si me hubiesen dicho cómo iba a ser yo y mi vida......, no me lo hubiese creido.
Si el Sábado 29 de Julio de 1989, un día que me levanté muy temprano y me fui a recorrer Madrid andando y en autobus, me hubiese encontrado en el rato que me tumbé en un parque entre el cielo y la tierra, bajo un árbol a contemplar pasar las nubes, y ver desde allí como se ve hoy, el Palacio Real y sus jardines, la catedral de la Almudena....., si me hubiese encontrado con un personaje aparecido por arte de magia, tal y como el que soy yo hoy en día..... No me hubiese reconocido...., si me hubiese contado lo que iba a ser de mi vida y del mundo, no le hubiese creido......
Y asustado de estar cerca de un loco me hubiese ido casi que corriendo......
Pero así ha sido...., como no me dijo el loco que no encontré aquel Sábado por la mañana, cuando mi abuela aún vivía y fui a saludarla por el telefonillo a su casa. Y aún había niñas que querían ser princesas, guerreras o no..... por mucho que Joaquín Sabina cantase lo contrario en "Pongamos que hablo de Madrid"...., yo conocí a una almenos, es algo a lo que me aferro siquiera como excepción a la regla.
Fue hace 20 años y al recordar quedan los huecos de los que ya no están.....
Hay un antigo probervio de Khitay, y que para los Hyborios saben de qué hablo: "Te maldigo a que vivas en épocas interesantes".
Y francamente pocas épocas pueden ser más interesantes que la nuestra; en el filo de la evolución global con todo al límite: tecnología, población, economía, recursos, una Naturaleza que agoniza, y todo a una velocidad acelerándose cada vez más. Guerras por el petróleo y los mercados, una Crisis que empieza tener tintes Apocalípticos. Sociedades enfermas, tribales o tecnocracias. Un mundo cada vez más pequeño y que anda errante como la nave de los locos por un Universo enorme. Un planeta que guarda una energía feroz en todo su ser y que no tiene ningún problema en demostrarnos quién manda cuando se trata de catástrofes.
Vivimos quizá la época más interesante de la historia moderna de la humanidad. En mi caso me pregunto quién me habrá echado la maldición.
DORIAN GREYEtiquetas: amor est vitae esentia osquieroatodos melancolía 20 años amor cerveza mahou el aguila calimocho yonquis extraterrestres
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