domingo, 23 de marzo de 2008
No tengas miedo.
Fotografía: http://canijah.files.wordpress.com/ El mecanismo que desata el miedo se encuentra, tanto en personas como en animales, en el cerebro concretamente en el sistema límbico, que es el encargado de regular las emociones, la lucha, la huida y la evitación del dolor, y en general de todas las funciones de conservación del individuo y de la especie. Este sistema revisa de manera constante (incluso durante el sueño) toda la información que se recibe a través de los sentidos, y lo hace mediante la estructura llamada amígdala, que controla las emociones básicas, como el miedo o el afecto, y se encarga de localizar la fuente del peligro. Cuando la amígdala se activa se desencadena la sensación de miedo y ansiedad, y su respuesta puede ser la huida, la pelea o la rendición. Es interesante señalar que el miedo al daño físico provoca la misma reacción que el temor a un dolor psíquico. Curiosamente, en experimentos realizados recientemente, la extirpación de la amígdala parece eliminar el miedo en animales, pero tal cosa no sucede en humanos, que puede cambiar un poco su personalidad dejándola más calmada y tranquila, en los que el mecanismo del miedo y la agresividad es más complejo e interactúa con la corteza cerebral y otras partes del sistema límbico, y yo añadiría algo que los científicos no pueden medir, por el momento. ¿De qué forma afecta el miedo a nuestra alma? Dominando el miedo, incluso soslayándolo, nuestra alma se descontamina y florecen en ella las semillas de aquello que con miedo no brotaría. Por ello todo un universo de posibilidades se abre ante esa situación. Sin miedo a mostrarnos tal como somos. Algo complicado de cumplir en el mundo laboral, pero no imposible. El miedo es la rémora de nuestra vida. Sin miedo y con un poco de cautela viviremos más y mejor. Sin duda. Una actitud optimista ante la vida y nuestra asombrosa capacidad de adaptación harán el resto. Si pierdes el miedo, no el respeto, serás dichoso porque no estarás atenazado por tu amo. Al menos lucha por un poco de libertad en tu entorno. Tu dignidad es mucho más importante que las ideas si éstas atentan contra aquella. Creo que a estas alturas de la vida a nadie se le escapa que el ciudadano moderno vive, y se mueve a base de miedo. El miedo está detrás de cualquiera de nuestras acciones. Detrás de un matrimonio, detrás de un empleo, detrás de una empresa, detrás de una militancia, detrás de la religión… Es el miedo a una primera vez, el miedo a equivocarse, el miedo al pasado y el miedo al futuro, el miedo al ridículo, el miedo al fracaso, el miedo a la libertad y a la independencia. En ocasiones el miedo es inconsciente y aunque pensemos que no nos atenaza, por dentro va horadando nuestra autoestima. Por lo tanto debemos conseguir vivir sin miedo, conociendo hasta el último detalle de su mecanismo de funcionamiento a nivel cerebral y sobre todo madurando anímicamente hasta llegar a la plena común unión entre nuestro cuerpo y nuestra alma. Sin la perfecta simbiosis del cuerpo y el alma no conseguiremos nunca desterrar el miedo de nuestras vidas, el miedo que nos impide alcanzar la verdadera felicidad. La verdadera felicidad reside en la Paz Interior y ésta sólo se consigue cuando desterramos de nuestra forma de ser, el apego y la aversión y hacemos de la ecuanimidad y el equilibrio nuestro oxígeno. Pensad por un momento que estáis por encima del bien y del mal. Que el dolor o el sufrimiento son parte de vuestra felicidad. Pensad por un momento que practicáis el desapego hacia todo y hacia todos. Pensad que ni el placer ni el dolor os afectan y que podéis controlar todas vuestras emociones. No tengas miedo porque ellos sean más poderosos. No tengas miedo y defiende tus derechos con astucia y serenidad. El equilibrio y tu madurez personal son invencibles. Siempre derrotarás en el terreno de la coherencia a los incoherentes. Siempre derrotarás en el terreno de la tolerancia a los intolerantes. Siempre derrotarás en la humildad a los soberbios y los prepotentes que todo lo saben y todo, creen, que lo pueden. Incluso derrotarás a los matones de taberna que son como el chulo de la clase, el que siempre amargaba la vida a algún alumno. El miedo anula la capacidad de discernimiento y atenaza nuestras acciones y por lo tanto limita nuestra libertad. Sin miedo y con prudencia astuta y sabuesa podemos adoptar la mejor decisión en cada momento sin necesidad de pensar en el si sale mal. Así que amigo de una vez por todas, domina tu miedo, propóntelo como un ejercicio diario y verás como ves tu presente de otra manera. Osquieroatodos Etiquetas: miedo valentía pundonor fight win lose power love |