jueves, 18 de marzo de 2010
UN SUEÑO ÉLFICO II
Por Richard Trigaux March 2004 CopyrightDepot.com En el lugar señalado encontré facilmente la dirección, pero de repente una curiosa timidez me invadió, ¡ya no me atrevía a acercarme a menos de diez metros de la casa de Tuima!. Era un sentimiento inesperado, sorprendentemente fuerte, que me dejó paralizado, mi corazón golpeándome. Felizmente, Tuima, que estaba esperándome, salió de la casa, y ésto relajó la situación. Realmente deleitado, descubrí a una joven dama de rasgos agradables, algo pequeña, muy esbelta, con una sencilla y agraciada cara y azules ojos de Breton y una pequeña y graciosa nariz en cierto modo pícara. Llevaba el castaño pelo largo cayendo hasta su cintura. Estaba vestida simplemente con una larga túnica blanca con algunos pequeños lazos bordados de la región de Morlaix. Discretamente, noté que su apariencia, y especialmente sus ojos, eran muy élficos. Pero por encima de todo, mirándola, inmediatamente pensé "ella, es ella". Dos manos pronto se encontraron. ¡Nunca pensé que podría experimentar una emoción tan fuerte y placentera!. Con nuestros dos corazones latiendo con fuerza, paseamos media hora de esa manera, a lo largo de una pequeña calle que conducía al borde de la campiña. Apenas hablamos, mas bien intercambiábamos sonrisas y miradas. Pero nunca fuimos más allá en nuestros gestos de amor. Una forma de modestia. Como hacen los Elfos que se comprometen, que prefienren pacientemente esperar al matrimonio. Rápidamente nos acostumbramos a encontrarnos un fin de semana de cada dos, en lugares más poéticos que las calles de la ciudad. ¿Por qué un fin de semana de cada dos?. Ella rehuía contestar a esta cuestión, que estaba visiblemente incomodándola. Interesados como estábamos por nuestra Bretaña, nunca nos perdíamos visitar los pequeños lugares más encantadores, o los más llenos de fuerza. Una de nuestras primeras visitas fue a Roc´h Trevesel, que era el mirador de las atemorizantes marismas de Yeun Elez, en tiempos pasados la tierra maldita de Ankou. Hoy en día ocupadas por la planta nuclear de Brennilis, como si el mundo moderno intentase perpetuar la siniestra reputación de este, lugar. Yendo de aquí para allá a nuestro antojo con el coche que me dieron mis padres, visitamos por turnos todas las rocas de Armor, desde Landunvez hasta Perros Guirrec, pasando por Portsall, Brignogan, Roscoff, Trebeurden. Todos aquellos que aman Bretaña te contarán que nunca es tan evocador como cuando el tiempo está de bruma escocesa, cuando las rocas grises se mezclan en difusas y fantasmales siluetas en la distancia. Las auténticas casas de Bretaña son de piedras grises-ocre, cubiertas con tejas claras salpicadas de líquenes amarillos. Los habitantes amenudo ponen flores en las ventanas. Nada tienen en común con esos fríos patrones en blanco y negro que las casas residenciales de hoy en dia muestran demasiado amenudo. Tambien hablábamos de Tolkien, de poesía, de Elfos. Ella tenía una voz sincera, sencilla y pura. Su canción resonaba en caminos hundidos como si ella fuese el propio espíritu de los lugares. Inevitablemente, hicimos el viaje a Broceliande, a la fuente de Barenton. La leyenda cuenta que aquellos que no tienen nada que hacer allí, no la encuentran; y así fue que nosotros fuimos derechos, tras lo que solo parecieron algunos minutos de caminar. -"Es posible que Merlin y las hadas podrían haber sido descendientes del pueblo de los Elfos, y esto podría explicar cómo podrían haber tenido tal poder", dijo ella. -"Vamos, ¿cómo es posible?, ¿descendientes de los elfos?". -"Seguro que si, de los Reyes. Los descendientes de Aragorn tenían sangre élfica, y antes de ellos los habitantes de Dol Amroth, la gente del Príncipe Imrahil. También quedaron Elfos en el Bosque Verde, aquellos que Bilbo encontró. Algunos tuvieron mucha relación con los hombres de Esgaroth, y nunca fueron a los Puertos Grises". Quizá de un sueño, quizá como un juego, frecuentemente jugábamos a comprarar la Tierra Media con el mundo de hoy, y hablábamos de esas historias como de hechos reales. En la época de Frodo, las constelaciones ya tenían su aspecto actual. Esto hace que no fuese más que hace unos miles de años. Tolkien asevera, en su prólogo a la "Compañía del Anillo", que Arda, la Tierra Media, era Europa, en los tiempos antiguos, antes de los acontecimientos que le dieron su aspecto de hoy en día. ¿Cuándo?. Siguiendo a los estudiosos, la Guerra del Anillo habría sucedido en el 4000 A.C., comenzando así la Cuarta Edad. Y nosotros habríamos entrado en la Septima Edad en 1945. Era suficiente con admitir que el mundo había sido modificado desde el fin de la Guerra del Anillo, probablemente al final de la Cuarta Edad. No era sorprendente, si pensamos que, al final de la Segunda Edad, en el tiempo de la caida de Númenor (El Reino del Oeste, de donde vinieron Isildur y Anarion), Illuvatar, el único Dios, había doblado los océanos. Antes del doblamiento, el mundo de la Tierra Media era un mundo plano, delimitado con muros de basalto, y rodeado por un infinito vacio; pero desde este momento empezó a ser la Tierra redonda que conocemos. Solamente los Elfos, cuando dejaban la Tierra Media desde los Puertos Grises, podían continuar para seguir el "Camino Recto" o "Vía Directa", en lugar de seguir la curvatura del Océano. Así ellos podían reunirse en su Paraiso, Tol Eressëa, la isla encantada, y desde allí a Valinor, la tierra de los Dioses, definitivamente apartada de la maldad de este mundo. Frodo, Gandalf y los Señores Elfos dejaron la Tierra Media desde los Puertos Grises, poco después de la Guerra del Anillo. Samsagaz Gamgee, tras la muerte de su esposa Rosa, fue llevado en una de las últimas naves que zarparon de los Puertos, en el 62 de la Cuarta Edad. Como uno de los Portadores del Anillo, él fue probablemente el último no-elfo en disfrutar de este privilegio. El mismo Cirdan no permaneció mucho más, lo suficiente como para traer algunos Elfos retrasados. A la muerte de Aragorn y Arwen Undomiel, en el 121 de la Cuarta Edad, Imladris y Lorien estaban desiertos, todos sus habitantes habían dejado la Tierra Media, con la mayoría de los Elfos Silvanos del Bosque Verde. Reflexionanado, tuve que remarcar: "¡Pero es solo un libro, es imposible que el mundo fuese tan trasformado sin que haya quedado ningún resto arqueológico!". Ciertamente, no debería haber dicho eso. Tuima no replicó, peró apretó los labios y rehusó hablarme todo lo que quedaba de fin de semana. ¡Que triste!.... La próxima vez tendré más tacto para no romper sus sueños con tales palabras. Tuima, al margen de su fragil apariencia, no era realmente lo que llamaríamos "una amable y joven señorita". Ocurría que discutía apasionadamente en Internet, y rápidamente ponía en su lugar a aquellos que le mandaban mensajes estúpidos. Creo que estaba preparada para insultarles en lengua élfica, si hubiese habido algún tipo de expresion grosera en esta bella lengua. Cuando yo era pesimista ella se ponía visiblemente enfadada. Me di cuenta de que estaba hablando del mundo de Tolkien como si fuese la realidad. Definitivamente no era un juego para ella, y aquellos que equiparaban su poesía élfica con sus propios fantasmas de "fanta-ciencia pueril" la soliviantaban mucho más que cualquiere otros. Para circunvalar la aparente contradicción entre las cuentas de Tolkien y la realidad visible, explicaba ella muy seriamente que los acontecimientos que tuvieron lugar al final de la Cuarta Edad habían terminado con la mayoría de los rastros de las edades Anteriores. Ese era el deseo de Illuvatar, por alguna misteriosa razón.... CONTINUARÁ..... Etiquetas: Camino Recto, Earendil, elfos, Faana Maiwe, Numenor, Puertos Grises, Tol Eressea, Tolkien, Tuima, Valinor |